El “obelisco” de Calatrava en Plaza de Castilla, 13 años inmóvil, y así seguirá

Volver a accionarlo supondría un gasto de más de 150.000 euros al año

La columna diseñada por Santiago Calatrava, conocida popularmente como el “obelisco” de Plaza de Castilla, permanecerá tan estática como ha permanecido los últimos 13 años. En 2010 y 2011, los madrileños pudieron contemplar a ratos su mecanismo, que simula un movimiento helicoidal, pero no parece que la escena se vaya a volver a repetir a medio plazo, debido al “muy elevado gasto” que conlleva su mantenimiento.

Así lo ha explicado la directora general de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento, Elena Hernando, en la última Comisión del Área de Cultura: “El monumento permanece desde 2012 como elemento estático y no hay previsión de variar esas condiciones. Para ello habría que volver a contratar su mantenimiento anual, que hace más de 10 años tenía un coste superior a 150.000 euros, lo que representa cerca del 50 % del importe total invertido en la conservación del resto de monumentos municipales. Y es de suponer que, con el alza de los precios de los últimos años, dicho presupuesto sería hoy incluso muy superior”.

Hernando ha añadido que “se trata de una obra de ingeniería con mecanismos y sistemas muy sofisticados, que cuenta con casi 900 articulaciones y 126 motores hidráulicos, cuyo estado hay que revisar por parte de personal especializado, antes de su puesta en marcha”. Desde el Grupo Municipal Vox se ha propuesto buscar “alguna solución a través del patrocinio o de colaboración público-privada, que pudiera contribuir a su puesta en funcionamiento”.

Con motivo del 300 aniversario de Caja Madrid, la fundación de la extinta caja de ahorros encargó el monumento al ingeniero Santiago Calatrava, y lo donó al Ayuntamiento de Madrid. La hasta ahora única obra del arquitecto e ingeniero en la capital fue inaugurada en diciembre de 2009. Según ha informado la directora general de Patrimonio, “la previsión inicial era que Caja Madrid se hiciera cargo de dicho mantenimiento, si bien su complicada situación financiera [un año después la caja se integraría en Bankia] lo impidió. El Ayuntamiento mantuvo la columna en funcionamiento un año y medio, hasta que, en 2012, en un contexto de contención del gasto, se desestimó la continuidad del contrato”.