EDITORIAL: La base es la base de todo

Hay que fomentar las ilusiones deportivas desde la raíz

Siempre hemos oído esa famosa frase de "nunca hay que empezar la casa por el tejado". Efectivamente, en cualquier circunstancia de la vida hay que ir sentando las bases desde el principio, para luego tener, por ejemplo, una buena educación, cultura, llegar lejos empezando desde abajo para ganarse a pulso lo conseguido... Sin embargo, y conscientes todos de lo importante que es fomentar esas bases, en la práctica no se hace; ni en el colegio, con un nivel educativo que deja mucho que desear, ni a nivel de idiomas, y mucho menos con el deporte, donde se pueden transmitir valores como la sana competitividad, el espíritu ganador o incluso saber perder.

 

Precisamente, en el plano deportivo nos cansamos de estar oyendo, leyendo o viendo cada día noticias de entrenadores polémicos, de jugadores estrella que se fichan por precios desorbitados... y normalmente relacionadas con el fútbol, siempre el fútbol, pero de élite y, más allá de la Primera y la Segunda División, hay equipos que juegan otras ligas cada domingo, con jugadores que cobran poco o ningún dinero y con clubes que han de mantenerse a base de cuotas de los socios, rifas y otras fuentes de ingresos que se les ocurran, sin contar para nada con ayudas o subvenciones.

 

Esta realidad ya ha provocado que, al menos en el caso de Tetuán, hayamos pasado de contar con 18 equipos en la categoría de Aficionados hace una década, a los cuatro que hay actualmente: algunos de ellos tienen escuelas de chavales, que mantienen con mucho trabajo y esfuerzo. Son, sin duda, la base que hay que cuidar porque habrá un mañana en el que algunas de estas jóvenes promesas puedan alcanzar su sueño: jugar en grandes equipos. Si lo consiguen, no será gracias al apoyo y a la implicación de las instituciones, que brillan por ausencia, sino por ese trabajo abnegado de entrenadores y padres que cada sábado y domingo llevan a sus jugadores o hijos al partido de turno, en sus coches, devorando kilómetros para jugar en cualquier punto de la Comunidad de Madrid.

 

Y esa es la realidad si hablamos del fútbol, el deporte rey, el único capaz de hacer olvidar la crisis; si nos referimos al baloncesto, la dejadez institucional se multiplica. Por eso, es de aplaudir iniciativas como el Torneo que promueve cada año por estas fechas el colegio Patrocinio de San José, situado en Tetuán, en el que participan unos 700 chicos y chicas y que fomenta el baloncesto desde la base, jugando desde los seis años: eso es hacer cantera.

 

Y qué decir de otro deporte como la pelota a mano, que ni aparece en los medios deportivos. En nuestro distrito tiene un gran arraigo, pero se cuida poco y mal: en el frontón del Triángulo de Oro no hay ni graderíos para ver los partidos, y en el de "Tudelillas" se han hecho arreglos que, según manifiestan desde el Club Pelota Tetuán, no han sido los adecuados. Y ya, lo de tener una Escuela de chavales que se dediquen a este deporte ni se lo plantean, sin ayudas es imposible.

Al final asistiremos a una "fuga de talentos", como en otras facetas, para abrirse camino fuera de nuestro país; así de triste y de real.


  Votar:  
Resultado:0 puntos0 puntos0 puntos0 puntos0 puntos
  0 votos