Un proyecto de regeneración urbanística para Marqués de Viana

El arquitecto Ricardo Higueras lo presentó en la Asociación de Vecinos Cuatro Caminos-Tetuán

¿Se imagina una calle transformada por los propios vecinos, que atienda las necesidades del barrio, se haga de forma sostenible y genere empleo local? Utopía o no, ése es el proyecto de regeneración urbanística que Ricardo Higueras, en colaboración con Ascensión García, ambos arquitectos y residentes en Tetuán, ha diseñado para Marqués de Viana y que fue presentado el pasado 25 de junio en la sede de la asociación vecinal Cuatro Caminos-Tetuán (Infanta Mercedes, 86).


La idea se gestó ya en 2009, cuando “Tetuán 30 días” tuvo ocasión de entrevistar a Higueras, que llevaba tiempo estudiando los problemas y las posibilidades de esta calle. Ahora, que corren nuevos tiempos y parece que la necesidad de cambios se ha hecho patente tanto en la esfera social como política, el arquitecto ha retomado este trabajo con la intención de compartirlo con los vecinos (se harán presentaciones en otros espacios del distrito), pues la participación es uno de sus ejes fundamentales, y conocer el interés de la nueva Junta Municipal.

El vacío que dejó el Rastrillo


“¿Qué queda del barrio en Marqués de Viana?”, se plantea el arquitecto sobre la situación que dejó el traslado del Rastrillo a la avenida de Asturias a principios de 2005. “Han desaparecido los artesanos y muchos de sus oficios; la alineación de las fachadas es irregular, casi absurda; hay solares vacíos y locales comerciales en desuso debido a la crisis”, apunta. “Pero a su favor también tiene unas aceras anchas, el aire que sube desde la Sierra Norte de Madrid…, además de que en los últimos años se han construido dos bloques de viviendas, se ha puesto en marcha el huerto urbano de la calle del Matadero y se han instalado terrazas”, analiza Ricardo Higueras sobre el estado actual de esta importante vía de Tetuán.


La propuesta que pone sobre la mesa se basa en los principios de la sostenibilidad: los factores social (relaciones personales), medioambiental (calidad ambiental) y laboral (economía) interrelacionados, más los componentes de la educación y la cultura de la integración.


“En el urbanismo tradicional se desarrolla la edificación y la gente tiene que adaptarse a ello. Pero, ¿por qué no enfocarlo de otro modo? Que las calles sean diseñadas por los propios ciudadanos, que son quienes mejor las conocen, con el asesoramiento de profesionales; un barrio hecho por y para los vecinos. Y que esa planificación genere empleo en la zona que contribuya a la cohesión social”. Es lo que se conoce como urbanismo regenerativo, en el que no sólo los arquitectos tienen algo que decir, sino también los sociólogos, los psicólogos o los antropólogos.

Una “nueva” calle

El proyecto busca incentivar las relaciones intergeneracionales, la creación de zonas verdes, la cultura popular y local y la ecología acústica (crear conciencia del ruido y reducirlo), y a un nivel más general, el autoempleo y la autogestión, entre otros aspectos. ¿Cómo se lleva eso a la práctica? Su autor ha pensado en varios espacios que podrían tener cabida en el “nuevo” Marqués de Viana “para hacer de ella una calle más habitable y más social” y que tiene situados sobre plano. No se le escapa que, para llevar la reforma a cabo, habría que modificar ordenanzas e incluso leyes. “Pero si se quiere, ¿por qué no se va a poder?”, es el lema de Higueras.


Uno de esos lugares sería una “casa de niños y ancianos” (en un solar junto a uno de los colegios), que ponga en contacto a los dos grupos de edad. También habría un huerto urbano (“en la calle hay, al menos, cinco solares donde se podría hacer”, dice el arquitecto), donde se realizarían talleres, que surtiría al Mercado de Tetuán y al que se podría vincular un comedor popular. Cesteros, restauradores, tapiceros, zapateros o pintores, parte de la identidad del distrito, tendrían su lugar en la “sala de arte y artesanía”. En un solar partido, que ahora es un espacio residual, estaría el cine de barrio, donde se proyectaría material autoproducido. Y como habría mucha gente que querría conocer de cerca este experimento, se necesitaría una hospedería, que se instalaría en una casa restaurada con técnicas tradicionales y como muestra de las construcciones típicas del barrio.


¿Sueño o realidad?: urbanismo integrativo. Quienes deseen tener más información del proyecto pueden consultar la página web de la Asociación de Vecinos Cuatro Caminos-Tetuán, http://avccaminostetuan.blogspot.com.es/.



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