EDITORIAL: La espera mereció la pena

No es habitual ofrecer la noticia del presupuesto para Tetuán en nuestro número de marzo, pero el hecho de estar en época de acuerdos entre formaciones políticas, de colores diferentes, es lo que tiene, que hasta que se da el visto bueno lo normal es que el tiempo vaya pasando, en un espacio razonable, para que no se juntase con el presupuesto para 2018…


No obstante, la espera ha valido la pena, porque nos deja una cifra que permite afirmar que ya ha pasado la crisis para las arcas del distrito, ya que el presupuesto para este año ha aumentado un 15,1% respecto al de 2016, pasándose de los 24,4 a los 28,1 millones de euros. Y muy significativo también es que prácticamente todos los programas, excepto dos, contarán con más dinero, en materias tan importantes para el bienestar social como la educación, la cultura, el deporte o la familia y la infancia; lo que no acabamos de entender es que un programa tan fundamental para Tetuán, como es el de las personas mayores, disponga cada año de menor cantidad presupuestaria, en esta ocasión 831.972 euros menos.


Mención especial merece también el capítulo de las inversiones territorializadas, que para 2017 ascienden a 13,2 millones de euros, 4,8 millones más que en 2016. En estas inversiones se recogen actuaciones determinantes para el distrito, como la remodelación de plazas en Azca, la construcción de una escuela infantil y de un Centro de Día y de Mayores en el paseo de la Dirección, la reforma tan demandada de la Plaza de la Remonta o de los locales del Mercado de San Enrique, acondicionamiento de pistas y construcción de un circuito de running en el Rodríguez Sahagún… y así hasta 25 inversiones, que estamos seguros de que algunas de ellas volverán a repetirse en 2018.


Lo que sí es habitual en estos casos es que el presupuesto sea suficiente y muy positivo para unos, y escaso y poco funcional para otros, siempre dependiendo de donde estén sentados los grupos políticos en el Salón de Plenos de Tetuán. De momento, la buena noticia es que ya hay presupuesto, que hay más euros contantes y sonantes, y ahora toca gestionarlos de manera correcta, al servicio de las necesidades de los vecinos del distrito.


Sin embargo, mejor noticia que ésta nos parece todo lo que se está impulsando para favorecer la integración de los inmigrantes, como los talleres y los microcréditos que se han puesto en marcha para favorecer el autoempleo entre las mujeres inmigrantes, en el Espacio de Igualdad Hermanas Mirabal, o el plan que se va a poner en marcha en Bellas Vistas, con el objetivo de mejorar la imagen de este barrio y la del colectivo dominicano en la zona, por parte de vecinos, comerciantes y hasta del propio Consulado de la República Dominicana en Madrid. Aplaudimos este tipo de iniciativas y cualquier otra que se lleve a cabo para avanzar en un asunto tan importante como es la sana convivencia entre vecinos y personas llegadas de otros países.


Así pues, ahora sí podemos aplicar la famosa frase de “más vale tarde que nunca”, tanto para un presupuesto que llegó con retraso, pero con más dinero, como con planes para la tan necesaria integración en nuestro distrito. Nos gusta dar buenas noticias; malas ya hay demasiadas cada día.


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