El economato solidario de FAYEC que ayuda a más de 1.000 familias

Abierto desde hace tres años en la avenida de Asturias

El Econosolidario de la Fundación Alberto y Elena Cortina (FAYEC) es un supermercado solidario, a través del cual se facilitan alimentos y productos de primera necesidad a los beneficiarios. Situado en la avenida de Asturias, 62, esta iniciativa es pionera en Europa y tiene como finalidad garantizar la cobertura de las necesidades básicas de familias en situación de riesgo social. El programa comenzó en 2014 en nuestro distrito y estaba pensado para poder cubrir las necesidades de 300 familias. En la actualidad, un total de 1.100 familias se benefician de este economato social.

El funcionamiento del supermercado es práctico y a simple vista muy sencillo, si bien su implantación conllevó un proceso largo y difícil. “Se necesitaba que fuese preciso y fiable para poder funcionar sin ninguna dificultad”, nos explica Vicente Álvarez, director de FAYEC -en la foto-. Cada familia posee una tarjeta de fidelización, similar a una tarjeta de crédito, cargada con una cantidad de puntos, dependiendo de su situación personal, que les permite realizar la compra diaria de los productos que requieren. Esto supone una gran ventaja para las familias, que pueden escoger lo que realmente consumen y necesitan. Por otro lado, a través del seguimiento continuo que se hace del producto, sabiendo en todo momento su origen y su destinatario, se puede evaluar si la conducta de compra de una familia es saludable o no.

Limpieza e higiene

El Econosolidario dispone no sólo de alimentos que componen la dieta básica de cualquier persona, sino también de una gran oferta de productos de higiene y limpieza, que suponen un elemento primordial en el día a día de todos. El director de la Fundación remarca la importancia de los productos de higiene básicos, como el champú o la pasta de dientes, y afirma que los productos más solicitados por las familias son la leche, como alimento básico, y el papel higiénico.

Aparte de los productos más esenciales, este supermercado solidario presenta un espacio dedicado a alimentos sin gluten, con el objetivo de acercar estos alimentos, con un precio realmente elevado en los supermercados convencionales, a las personas celíacas que no poseen los suficientes recursos.

Con un abastecimiento casi propio al cien por cien, el Econosolidario trabaja con un total de dos millones de euros al año, para poder cubrir todas las necesidades que el colectivo en riesgo de exclusión presenta. El número de familias que acude a Servicios Sociales para poder formar parte de proyectos como éste es cada vez mayor. Un movimiento pionero que se traduce en dignidad, esperanza y auxilio, para las familias que viven situaciones desbordantes que parecen no tener fin.

Alba Bartolomé Oterino