El arte de hacerlo tú mismo

La participación del otro, del que está enfrente, no es algo nuevo. Mucho antes de que aparecieran las nuevas tecnologías el arte, ese niño aventajado que siempre va a la cabeza, ya apostaba por su democratización.
A principios del siglo XX diversos artistas empezaron a concebir la autoría de forma revolucionaria: “Una obra de arte puede ser ejecutada por cualquiera, incluso manipulando una máquina”. Y se quedaron tan panchos.
Marcel Duchamp fue el precursor del Do it yourself Art (el arte del “Hágalo usted mismo”) al sacar de su contexto un urinario, firmarlo como R. Mutt y convertirlo en “La Fontaine”. Con este gesto escandalizó a sus coetáneos y pasó a la posteridad como inventor del readymade (“ya hecho”), algo así como dotar de alma artística a los objetos cotidianos. Más tarde le siguieron otros, como los estadounidenses Man Ray y Andy Warhol.
Este movimiento cuestiona el hecho artístico, con él desaparece la necesidad del talento o la creatividad individual. La obra de arte se libera de su creador, quien se limita a proporcionar las instrucciones o los materiales necesarios para su producción.
Esto es lo que el visitante descubrirá, no sin asombro, en “Do it yourself”, una exposición nunca vista en España que estará hasta el 24 de julio en la Fundación Canal (Mateo Inurria, 2).
La muestra indaga en un enfoque sorprendente a partir del cual los artistas cuestionan su rol, el de la obra de arte y el del espectador. En “Do it yourself” los espectadores se convierten en artistas y los artistas en espectadores.
Alrededor de 80 autores de hasta 20 nacionalidades reflexionan sobre la evolución actual del arte, “cada vez más absurda: los precios explosionan y muchos artistas han pasado a encargar sus obras a los asistentes. Este es nuestro guiño a esta tendencia”, apunta el comisario de la exposición, que reconoce haberse divertido mucho participando en este proyecto.
Una exposición que necesita del público para existir. Se ruega tocar. 

C. Cano