La protesta recorrió Bravo Murillo hasta la Plaza de Castilla
Manifestación contra Bankia junto a las Torres Kio
Margarita Luengo
El pasado 16 de mayo, unas 2.000 personas, según datos de la policía, se echaron a la calle en Madrid en protesta por el rescate financiero del Gobierno a Bankia, algo que simultáneamente se hizo en otras ciudades españolas.
A pesar de no estar autorizada, la manifestación se alargó desde las 19:00 hasta las 22:00 horas. Comenzó en Cuatro Caminos y recorrió Bravo Murillo hasta la Plaza de Castilla, donde tuvo lugar una cacerolada frente a la sede de la entidad, en una de las Torres Kio, ante un fuerte cordón policial.
La marcha fue convocada por el Movimiento 15-M a través de las redes sociales y en ella se expresó el rechazo a la inyección de más de 23.000 millones de euros de dinero público y se reclamó un “rescate ciudadano”. En cuanto a Bankia, los manifestantes exigieron que se apruebe la dación en pago con efecto retroactivo y que las viviendas de la entidad se conviertan en pisos de alquiler a bajo precio. Algunas de las consignas vitoreadas fueron “Rescatan al banquero, desahucian al obrero” y “No es un rescate, es un saqueo”.
Fue una protesta pacífica en la que una persona resultó detenida por empujar a un agente. Puesto en libertad dos días después, este manifestante está imputado por resistencia a la autoridad, aunque según el diario “El País” a este delito podría sumarse el de atentado contra un agente de las fuerzas de seguridad.
Unos días antes, el 14 de junio, dos abogados ligados al 15-M presentaron ante la Audiencia Nacional una querella contra Bankia, su matriz Banco Finan-ciero y de Ahorro (BFA), el consejo de administración de la entidad y su expresidente Rodrigo Rato, por falsedad contable y estafa mercantil: consideran que el banco falseó sus cuentas antes de salir a Bolsa el año pasado, para poder captar capital.
La plataforma “15MpaRato” logró recaudar en un día 19.000 euros para llevar adelante esta querella que, aunque formalmente es “particular”, supone una acción “popular contra los bancos”, manifestó uno de sus representantes. Desde el 15-M no se descarta ampliar estas acciones a organismos supervisores o políticos.
El pasado 16 de mayo, unas 2.000 personas, según datos de la policía, se echaron a la calle en Madrid en protesta por el rescate financiero del Gobierno a Bankia, algo que simultáneamente se hizo en otras ciudades españolas.
A pesar de no estar autorizada, la manifestación se alargó desde las 19:00 hasta las 22:00 horas. Comenzó en Cuatro Caminos y recorrió Bravo Murillo hasta la Plaza de Castilla, donde tuvo lugar una cacerolada frente a la sede de la entidad, en una de las Torres Kio, ante un fuerte cordón policial.
La marcha fue convocada por el Movimiento 15-M a través de las redes sociales y en ella se expresó el rechazo a la inyección de más de 23.000 millones de euros de dinero público y se reclamó un “rescate ciudadano”. En cuanto a Bankia, los manifestantes exigieron que se apruebe la dación en pago con efecto retroactivo y que las viviendas de la entidad se conviertan en pisos de alquiler a bajo precio. Algunas de las consignas vitoreadas fueron “Rescatan al banquero, desahucian al obrero” y “No es un rescate, es un saqueo”.
Fue una protesta pacífica en la que una persona resultó detenida por empujar a un agente. Puesto en libertad dos días después, este manifestante está imputado por resistencia a la autoridad, aunque según el diario “El País” a este delito podría sumarse el de atentado contra un agente de las fuerzas de seguridad.
Unos días antes, el 14 de junio, dos abogados ligados al 15-M presentaron ante la Audiencia Nacional una querella contra Bankia, su matriz Banco Finan-ciero y de Ahorro (BFA), el consejo de administración de la entidad y su expresidente Rodrigo Rato, por falsedad contable y estafa mercantil: consideran que el banco falseó sus cuentas antes de salir a Bolsa el año pasado, para poder captar capital.
La plataforma “15MpaRato” logró recaudar en un día 19.000 euros para llevar adelante esta querella que, aunque formalmente es “particular”, supone una acción “popular contra los bancos”, manifestó uno de sus representantes. Desde el 15-M no se descarta ampliar estas acciones a organismos supervisores o políticos.
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